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martes, 13 de julio de 2010

Parte 7: Bandos


-Volvamos.

El camino de vuelta lo hicimos en silencio. Se escuchaban las hojas rompiéndose debajo de nuestros pies, las ramas se enganchaban en nuestra ropa y nos golpeaban.
Cuando llegamos al castillo, estábamos los dos como un pincel.
-Jorge, tengo algo que decirte. Me giré para verla; aunque estaba magullada en la cara, tenía la ropa sucia y el pelo alborotado, estaba deslumbrante. Se acercó lentamente hacia mí, nos miramos a los ojos, se fue acercándo hasta que nuestros cuerpos sólo les separaba una finísima distancia. No sé durante cuánto tiempo estuve hechizado por esos ojos azules, pero el hechizo se rompió cuando oí la voz de Sara.
-¿ Jorge? Suspiré, y me di la vuelta hacia ella, estaba arriba de las escaleras, con los brazos cruzados y una mirada desafiante; no me miraba a mí en ese momento, sino a Lara.
-¡ Jorge! Supe que si la hacía esperar más podría armar algun revuelo.
- Ahora subo. Asintió, me miró unos segundos y se fue. Fui hacia las escaleras lentamente, sin ganas. Cuando de repente noté unas manos en mis hombros, paré; no me hacía falta girarme para saber quien era. Noté su cálido aliento en mi oreja.
- Después ven a mi habitación, tengo algo que mostrarte... Susurró.
Le dí la pala sin ni siquiera girarme y tan rápido como pude, subí las escaleras corriendo, con tal de evitar que Lara me viera sonrojado. ¡ Demonios! ¿ Cómo me podía estar pasándo esto a mí? Una vez estuve arriba, miré hacia abajo, pero Lara ya no estaba.
Intenté con las manos apaciguar el ardor de mis mejillas, pero fue en vano. Fui hacia la habitación de Sara, seguramente esperándome para saltar a mi yugular.
Piqué en su puerta. Pero como respuesta obtuve silencio, eso quiso decir que lo que me esperaba dentro sería una tortura.
Entré, miré al suelo, aún estaba la sangre en el suelo, igual que el escrito en la pared.
Sara estaba peinándose enfrente del espejo, ni siquiera me dedicó un movimiento de cabeza hacia mí.
- Te lo dije.
-¿ Te lo dije?,¿ Me dijiste qué?
- Que era ella. Puse los ojos en blanco, claro, se refería a eso. Sara y sus maravillosas especulaciones, todo lo que salía por su boca iba a misa.
- No tienes pruebas, Sara, para culparla de eso. Ahora si que la había fastidiado del todo, quien provoca a Sara no sale indemne. Se tumbó hacia mí. Sus ojos aún estaban algo vidriosos, por haber estado llorando. Empezó a caminar por la habitación.
- Jorge, tu y yo sabemos que ella es la culpable de esa muerte. Aún sin que Pablo, que en paz descanse, no nos hubiera contado esa leyenda, habría deducido lo mismo; Lara lo ha echo. El señor Remírez es imposible que lo haya podido cometer, cuando vino a mi habitación al oír mis gritos, al ver la sangre un poco más y se desmaya. Y además, el pobre no tiene tanta fuerza.
Se notaba que Sara tenía ganas de pelear.
Siguió caminando por la habitación.
- Pero Sara, aunque lo hubiera echo ella, como ya he dicho antes, no hay pruebas y además, que motivos tendría para matar a Pa-
- ¡ Jorge! ¿ Es que aún no le entiendes? ¡ Ella es esa maldita bruja de la leyenda! Y con su magia negra te ha embrujado para ponerte de su bando. Pero a mi no me engañará tan facilmente ¡ Qué se ha creído!
Abrí la boca, pero no dije nada. No sabía que contestar. Puede que tuviera razón, que Lara en realidad era una bruja y hubiera echo eso a Pablo... Pero seguía sin poder creerme que ella hubiera echo todo eso.
Sara se puso delante mío, la miré a los ojos. ¿ Cómo no pude darme cuenta de cómo era en realidad? Ella sólo mostraba su lado dulce y afectuoso delante de los demás, pero cuando estábamos sólos se mostraba fría conmigo. Y pensar que estuve a punto de casarme con ella...
Me cogió la cara con sus frías manos, y se acercó, sus labios estában a un milímetro de los míos de tocarse hasta que la aparte.
- Con que estás de su parte. Seguí mirando al suelo, no me apetecía enfrentarme a ella, estaba cansado.
- ¡ Cómo quieras! ¡ Si después debora tu estúpido corazón, te arrepentirás entonces de no haberme echo caso! ¡ Ingrato!
La miré, estaba llorando, intenté tocarla, pero apartó mis brazos y se fue corriendo de la habitación.
Repasé la habitación y volví a leer el escrito en la pared: " LOS INFELIZES QUE OSEN BURLARSE DE LA OSCURIDAD, SUFRIRÁN EL CASTIGO DEL DIABLO".
Me estremecí. No solía ser supersticioso ni nada por el estilo, pero con todo lo que había visto empezé a cambiar de opinión.
De repente, fuera de la habitación, apareció el gato negro de Lara, Nico. Me miraba atentamente.
-¿ Que quieres? Se giró y miró hacia el pasillo. Me puse a su lado y se puso a caminar.
- ¿Quieres que te siga? Siguió caminando. Eso ya era preocupante, ahora me había dado por hablar con los animales. Suspiré, y decidí seguirlo, total, no tenía nada mejor que hacer...

6 comentarios:

  1. Hola. Me gusta la imagen que le has puesto a la historia :P
    Y con cada capítulo que pasa me quedo más en suspenso ¿quién habrá matado a Pablo?
    saludos ...azya...

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  2. pues yo creo que fue Sara! ¬¬ todo apunta a Lara, pero eso es lo que ella quiere... MUAHAHAHAH!! por eso lo hizo... MUAHAHHAHAHAHAAAHH! xDxD! vale ya estoy delirando... :S me ha encantado el cap ^^ publica pronto POR FAVOR!! hay una nueva entrada en mi blog! pasate si quieres (: Un abrazo (: Mhay/yahM

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  3. Esta muy interesante, me muero por saber quien mato a pablo? Sigue nena te mando un beso

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  4. Se pone mejor! xD casi un triller muero literalmente por todo el misterio que tiene la historia! continúa (:

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  5. Madre miaa! TU historia me tiene abobada de lo buena que es!! me has dejado sin palabras! El siguiente cap! buff lo deseoo(L) Porfii escribee prontoo chau bss! Sigue asi..esto se pone mejor :)

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  6. uH!!
    Tu historia me hace temblar escribes tan hermoso qe aveces siento que de verdad estoy ahi .
    Me encanto el capitulo mucho suspenso !
    Publica pronto , ya quiero saber lo que pasara despeus .
    te quiero
    byeeee

    XoXo
    Rosebelle

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