Choose your language in the shadows

martes, 29 de junio de 2010

Premios

Hola a todos!
Sólo he estado ausente unos días y ya me parece que hace siglos que no estoy por aquí.
En fin, vayamos al grano.
Hoy he decidido dar premios, y para hacerlo a lo grande, los he personalizado. ¿Porqué no?
Total, ya que estoy puesto, ya no viene de aquí... ¡Allá van!
He decidido ponerlos por orden alfabético( si es que no me lo puedo currar más).

Doy este premio a Athena, porque su historia engancha desde el principio, y ya tengo ganas de saber cómo va a continuar!

Este premio es para Azyaa. Porque sus reflexiones son muy bonitas y profundas.

Este premio es para Belle Salmon Marie, porque su historia sobre los ángeles es muy bonita y original. Se que ha pasado un mal trago, así que esto seguro que te sube más la moral.

Este premio es para Bonnie. Por sus historias románticas y para que te recuperes del todo y podamos seguir disfrutando de tus historias.

Este premio es para Camila, como le he auto-bautizado yo la Princesa Oscura. Porque me encantan tus reflexiones e historias que pones en tus blogs.

Este premio es para Citu. Porque me encanta tu historia sobre demonios y magia. Y su historia ahora está en el rojo vivo!
Este premio es para Gabryel Leal. Porque tu historia de misterio me enganchó desde el primer capítulo que colgastes.

Este premio es para Jimena. Por tu preciosa historia sobre hadas.

Este premio es para Luna. Para su fantástica historia sobre vampiros.

Este premio es para Mhay/Yham. Por su divertido blog, y que espero que no siga deprimida.
Y el último premio es para Soñadores. Por sus historias mágicas y llenas de romanticismo.
Pues ahí van los premios, espero que os gusten. Os recomiendo visitarlos, son muy buenos todos.
La historia enseguida la continuaré. ¡ Gracias por seguirme, pequeñas sombras!

viernes, 25 de junio de 2010

Parte 2: Preguntas


Llegamos al comedor, era una sala enorme. La mesa estaba en el centro de la habitación, Lara aún no había llegado.
El señor Remírez nos dijo que ya nos podíamos sentar. Sara y yo nos sentamos cara a cara, dejando la silla para presidir la mesa para Lara. Puesto que ella era la anfitriona y nosotros sus invitados. Apareció enseguida, se había cambiado la ropa. Se había puesto un vestido largo rojo pasión. Con sombra negra encima de los ojos. Daba un aspecto feróz pero a la vez atractivo.
- Siento llegar tarde, pero tenía cosas que hacer. Sara y yo nos miramos.
- No te preocupes, acabamos de llegar.
Sonrió y se sentó. El señor Remírez se fué del comedor, ( esperé a que fuera a buscar la cena, ya que me estaba muriendo de hambre).
- ¿ Cómo habéis acabado por estas tierras?. Preguntó Lara, me miró a mi, esperando respuesta, cómo si pudiera leerme la mente. Pero no me salían las palabras, tenía la mente en blanco, cómo si estuviera hechizado.
- Nos pilló desprevenidos la tormenta, el caballo se desbocó y entonces buscamos un sitio dónde pasar la noche. Miré a Sara agradecido por responder, me sentía avergonzado. ¿ Cómo podía la mirada de una chica dejarme de esta manera?
Cuando iba a preguntar yo algo, apareció el señor Remírez con la cena. La comida era exquisita. Ninguno dijo palabra mientras comíamos, ni hacía falta (almenos por mi parte), puesto que estaba muy hambriento.
Al acabar, no sabía si levantarme o quedarme sentado. Miré a Sara en busca de ayuda, pero ví que a ella le pasaba lo mísmo que a mí.
- Os podéis quedar aquí el tiempo que queráis, es la primera vez desde hace mucho tiempo que tengo visita. Dicho esto se levantó, e hizo ademán de marcharse.
- Sólo nos quedaremos esta noche y marcharemos mañana por la mañana. Otra vez me salvó el pellejo Sara, no sabía que me pasaba pero era incapaz de decir algo coherente.
- Entonces hay que hacerlo enseguida... Susurró Lara.
-¿Decías algo?. Por fín, conseguí decir algo coherente esa noche. Pero Lara no me escuchó, parecía estar divagando entre sus pensamientos. Abrío la puerta y se fue tan silenciosamente cómo había entrado.
Que rara era, me levanté, miré a Sara que se había quedado mirando la puerta por dónde se había ido Lara.
-¿Sara?, ¿Viénes?. Pareció despertarse, me miró, sonrió y nos fuímos juntos.
No dijimos nada mientras nos dirigíamos hacia nuestras habitaciones. Cuando llegamos a su habitación y yo ya me iba, Sara me cogió el brazo.
-Jorge, hay algo que tienes que saber... Me lo dijo en voz baja, como si le diera miedo hablar en voz alta.
-¿ Que te pasa? ¿ No me dirás que te da miedo dormir sola?. Empezé a reír, pero al ver su cara seria paré.
-Estoy hablando en serio, Jorge.
-Vale, vale, te escucho.
Sara respiró hondo, hizo como si se estuviera aclarando las ideas y me miró a los ojos.
-Jorge, ¿Sabes la leyenda esa que nos explicó ese campesino que nos encontramos por el camino?
-Si, me acuerdo¿ Po-. Espera,no estarás pensando qué...
-Sí, eso mismo.
-¡Eso es imposible!, ¡ No puede ser cierto!. Le grité, no quería hacerlo, pero me salió del alma. No podía ser cierto, aunque ¿ Porque la estaba defendiendo?
-Es verdad, Jorge, no te lo diría si no estuviera segura, pero lo estoy. Vi que en sus ojos no mostraba duda. Estaba segura de lo que afirmaba.
- Ella es Sysha.

miércoles, 23 de junio de 2010

Parte 1: Rojo

Bueno, no suelo publicar historias, pero siempre hay la primera vez...


Chof, chof. Abro los ojos, todo está en la penumbra. Mis ojos se acostumbran a la oscuridad; me encuentro en una sala o habitación con paredes de piedra, es muy pequeña pero muy alta. Sólo hay una pequeña ventana en lo más alto, inalcanzable, por donde entran los rayos de la luna y el ruido de las animales de la noche.
El ruido de antes era de una gotera del techo, supongo que ha debido llover muy fuerte como para romper el techo.
La sala está vacía, no hay ni una cama, ni una silla, nada. Sólo estoy yo. Intento incorporarme, entonces me doy cuenta de que estoy encadenado a la pared. Tanto de manos como de pies.
¿Cómo he llegado yo aquí? Mi mente está confusa, no me acuerdo de nada. Intento con todas mis fuerzas romper las cadenas, pero se habrían roto antes mis huesos que esas malditas cadenas.
Entonces, me fijo que llevo un collar encima. ¿ Desde cuando llevo collares? Me lo acerco más a la cara, pero no veo nada. Lo levanto delante de la ventana, para poder ver mejor. Es la figura de un ojo. De retina roja.
Rojo. ¿Rojo? Los recuerdos acuden a mi mente rápidamente. Todo sucedió esa maldita noche.
Estaba galopando con mi prometida, Sara, en el caballo de mi tío por el bosque, recuerdo que estaba muy feliz, porque esa noche se la iba a presentar a mis padres. De repente, el cielo se nubló y cayó la tormenta.
El caballo se puso nervioso y acabé por el suelo con ella. Corrimos por el bosque, hasta que vimos entre la espesura un castillo.
No dudamos y fuímos a pedir asilo. El castillo era enorme, con una gran puerta de madera. Había un picaporte. Picamos. Y al cabo de una rato abrieron las puertas.
Quedé ensimismado. Delante de nosotros apareció una preciosa joven, de tez morena y pelo negro. Tenía los labios carnosos y unos enormes preciosos ojos azules.
Al abrir, nos sonrió y nos hizo pasar. Nos condujo por un gran pasillo, abrió una puerta; era un dormitorio. Miró a mi prometida, le cogió de la mano y la acompañó dentro. Un instante después salió y me acompañó a mí.
Cuando estuve sólo, busqué ropa por la habitación. Me sequé, me vestí y salí a inspeccionar. Pero no andube ni dos pasos cuando noté una mano helada en mi hombro. Me giré instintivamente; era sólo un viejo. Era alto, muy delgado, de pelo canoso y unas ridículas gafas encima de su nariz.
-No le está permitido curiosear por el castillo, señor. Enseguida será la hora de cenar, vayamos a buscar a su acompañante.
Dicho eso, la pasamos a buscar a su habitación. Cuando salió, estaba guapísima. Llevaba un hermoso vestido rosa que le quedaba a la perfección con su tez pálida y sus cabellos rojizos.
-Estás muy guapa. Se sonrojó, se puso a mi lado y seguimos al viejo hasta el supuesto comedor dónde cenaríamos con la extraña señora de la casa.
-¿Quién más vive en esta casa? Señor...
-Señor Remírez. Pues usted verá, en esta casa no vive nadie más que yo y la joven heredera de la casa; Lara.
Almenos supe sus nombres, y que en esa casa sólo estábamos nosotros cuatro. No sabía si alegrarme o llorar.
En ese momento pude aún haberme ido de allí, evitar lo que iba a suceder. Pero nos habíamos sentenciado cuando entramos en ese castillo.

lunes, 21 de junio de 2010

Juguetes

Frágil, bonito, duradero, hasta que crecemos y lo dejamos de bando.

Al principio, eran nuestro bien más preciado; aquel al que abrazábamos por falta de afecto, al que llorábamos cuando estábamos tristes, aquel al que le confiábamos nuestros secretos y miedos. Que en la oscura noche, para enfrentarnos a las temibles sombras y a la soledad, lo abrazábamos contra nosotros en busca de compañía.
Nunca se quejaron por todo lo que les hicimos pasar, nunca nos llevaron la contraria.
Entonces, ¿ Creéis que se merecen tal abandono? ¿ Os veís en vuestro derecho de romperlos?
¿ De abandonárlos ahora que ya no los necesitamos? Eso es ser egoísta, con todo lo que nos han aguantado, merecen una compensación.
Darles a aquellos a quienes necesitan afecto, o quedarnoslos con nosotros; y seguir cuidando de ellos.
No los rompas porque crees que eres mayor. ¿ Te gustaría que te tiraran? ¿ Que te rompieran o te desmembraran porque, total, ya no sirves?
No, ¿ Verdad? No es una cosa agradable, ¿ Cierto?
Entonces, no se lo hagas a ellos. O cualquier día, puedes encontrarte con que ellos te lo harán pagar. Ellos pueden llegar a ser muy vengativos, y a mí no me gusta privarles de su venganza.
Ojo por ojo, diente por diente. ¿ No creéis?

sábado, 19 de junio de 2010

Sacrificio

Avanzando hacia mi ejecución sin saber porqué.

Camino entre la multitud enfurecida, sin esquivar sus golpes, escupitajos e insultos mientras avanzo. Los guardias que avanzan detrás de mí, no mueven ni un músculo para protegerme; diría que están disfrutando del espectáculo.
Tengo las manos atadas detrás de mi espalda, con una fuerte cuerda, provocándome cardenales y en los pies cadenas de hierro, para evitar que me escape. Ilusos, ¿ Pensáis verdaderamente que esto puede pararme?
Avanzamos hacia el palco. Los guardias pasan delante de mí, me agarra cada uno de un brazo y me hacen subir el escenario. El escenario es pequeño, hecho de madera, con un gran palo de madera con trozos de paja a su alrededor. Que tradicionales, me van a quemar.
Me quitan las cadenas de los pies y la cuerda de las manos para poderme atarme al palo; mientras el cura recita la tan oída blasfémia que supuestamente cometí, el señor de la cabeza tapada va jugando con la antorcha que en cualquier momento encenderá mi suplicio.
Ya que al cura le queda muchos crímenes que asociar contra mí, os explicaré cómo esta sombra a acabado metiéndose en este embrollo.
En unos de mis tantos pasatiempos, está el de viajar por el tiempo. Tanto pasado como futuro.
Había decidido viajar al pasado, había adoptado la forma de una encantadora muchacha de pelo negro, alta, con un bonito vestido. Mientras estaba tomándome el té con unos nobles más tontos que el pan, se me ocurrió la gran idea de decirles que si no trabajaban se convertirían en unos cerdos. Ellos se lo tomaron con gran humor, y dijo que eso era IMPOSIBLE que sucediera. Ay, no saben que a las sombras no les tienen que provocar tan fácilmente. Ya os podeís imaginar que pasó, cuando los guardias llegaron alarmados por el alboroto, sólo me vieron a mi sentada tranquilamente bebiendo mi taza y a un puñado de cerdos corriendo por toda la sala y ensuciando todo.
El cura ya había acabado con su bonito discurso, y ahora se dirigia hacia mí.
- Tú, hija de Satán, monstruo del infierno, llevadora de calamidades...
-Se le ha olvidado llamárme bruja, señor. El cura me miró a la cara, sin acabarse de creer lo que había oído.
- A mi no me hables con esa arrogancia, yo te llamaré como sea decidido.
- Pero si no sabe ni mi nombre, ¿ Cómo quiere que le conteste como es debido?, sonreí ampliamente ante el desconcierto cada vez más grande de él.
-¡ He dicho que no me hables así!. Se abalanzó hacia mí y me pegó en la cara, para augmentar su desconcierto hice todo lo contrario a lo que él se esperaba; me puse a reír.
- Menuda falta de sentido del humor muestra vuestra merced Nicolás. En ese momento es cuando me sentencié a mi mismo, eso estaba claro. Los guardias se llevaron al cura fuera de sí, mientras gritaba que iba acabar el mísmo conmigo. Yo aún seguía riendo.
La muchedumbre que esperaba ver el espectáculo se iba impacientándo, pero al final pasó lo que estaban esperando; el señor de la cabeza tapada encendió la antorcha y la tiró a la paja que me rodeaba. Había empezado.
El fuego iba consumiendo rápidamente la paja, avanzando rápidamente dónde estaba yo. Me habían puesto un feo vestido blanco para la fiesta, yo quería seguir llevando el mismo. Pero para quemar más rápido ese era el ideal según había oído tantas veces y no me opuse. No quería arruinarles la fiesta.
El fuego ya me había llegado. Pero para gran horror de mi público, no me estaba quemando. Ellos esperaban oírme gritar piedad, ver cómo me retorcía de dolor y el fuego me consumía lentamente.
Mis pequeños ilusos, ¿ Realmente creías que esto podía matarme a MÍ?
Quería irme por la grande, que se acordaran de mí eternamente. Estiré los brazos y las llamas salieron disparadas hacia la muchedumbre. Me deshice de la cuerda que me ataba, subí al gran campanario que tenían.
Con compañía de los cuervos, observé como la ciudad era consumida por el fuego.

miércoles, 16 de junio de 2010

Juegos

Me encanta jugar, apostar, sobretodo cuando sobre la mesa hay almas.

Me acerco a la ventana, veo a un niño, sonrío, ya tengo víctima.
Hola estúpido humano, si tú, me estoy refiriéndo a ti. Por si no te has dado cuenta, ya no nos encontramos en tu habitación, para simplificarlo, estás soñando.
Te aburres¿ Verdad? ¿ Quieres que juguemos? A todos los humanos les gusta jugar, venga es fácil; tienes que superar dos pruebas, y si las superas, te espera el gran premio al final.
¿Aceptas?
"Tengo una puerta delante, simple madera. Dudo si abrirla o no, al final gana el sí y la abro. Al abrir la puerta, veo un bosque de espinas. No hay manera de llegar a la otra puerta sin pasar a través de él. Me adentro en el bosque, las espinas se me clavan en el cuerpo, me hiéren, convierten mi ropa en jirones. Cuando llego al fin en la otra puerta, estoy tan cubierto de sangre que no se podría ni distingir la ropa del cuerpo. En la segunda puerta, hay diferentes relieves; animales con cara de agonía; hombres, mujeres y niños atados por las manos en un gran palo horizontal, mientras unos monstruos avívan el fuego debajo suyo.
Hago un paso al frente y abro la siguiente puerta. Esta vez, es un gran mar. Todo él tranquilo, hay un barquero en una barca en la orilla. Me acerco a él, diría que es Caronte, pero mi barquero no tiene rostro; es completamente liso, con tan sólo una abertura que podría considerarse la boca. Me muestra su mano; quiere algo a cambio de llevarme a la otra orilla. Yo no llevo nada de dinero, entonces veo como el barquero muestra sus manos sin uñas...
Mientras navegábamos, el barquero va comiendose mis uñas. Que raro, yo pensaba que se las iba a implantar, pero él se las come, debe tener mucha hambre...
Llegamos por fin a la orilla, subo las escaleras corriendo para llegar a la última puerta. Esta puerta está adornada por cabezas de distintas personas. No encuentro ningún picaporte, por lo cúal acabo abriendo la puerta con la cara de un hombre calvo con cara de toro.
Estiro la puerta. ¡ Por fín llegué al final del juego! ¡ He ganado el gran premio!
Al abrir la puerta, tan sólo veo oscuridad, dudo , pero en el mismo momento que dudo una garra negra sale de la oscuridad, grito, pero me agarra el brazo y me arrastra con él..."
Me meto en el ordenador, observo al ser que tengo justo delante mío, el que inocentemente está siguiéndome allá por donde paso.
Y tu, pequeño observador, ¿ Aceptas?

lunes, 14 de junio de 2010

Baile

El baile de las sombras, disfrutarás o padecerás eternamente.

Venid, entrad en nuestro mundo. Nunca olvidaréis tal experiencia.
Apuntaros a nuestro baile salvaje y frenético de sombras. Vamos, no seáis tímidos.
Cuerpos que bailan y ríen sin parar. Los tambores suenan con su música fuerte y estridente. El fuego va creciendo.
Pero nuestro baile macabro no cesa. Nadie es igual, todos somos distintos.
Cualquiera puede entrar, nadie te lo prohibirá. Pero una vez que entras, no podrás salir jamás. Bailarás, gritarás, te estremecerás, llorarás...
Permítenos que te orfrezcamos algo de comida; ¿ Prefiéres entrañas de cabra o cerebro humano? Todo productos frescos, si señor, acabados de arrancar.
No puede faltar algo para sosegar la sed; ¿ Prefiéres vísceras exprimidas o sangre fresca?
Si, lo veo... Ahora te acercas a nosotros.
Si, lo huelo... El fuego empieza a consumirte.
Un esqueleto aparece ante tí. Te mira con sus negros agujeros, te muestra su sonrisa más macabra y te ofrece su mano huesuda. Es una invitación al baile. Eres llevado dentro del baile, tu cabeza empieza a dar vueltas, tu acompañante se carcajea de una manera infrahumana, te coge fuerte de la mano y te lleva a la parte de los privilegiados. Estaís dentro del fuego; grítas, intentas deshacerte del esqueleto, pero es inútil. Notas un gran ardor por todo tu cuerpo, las llamas entran dentro de tu boca, estás quemándote; tu piel cae a trozos, tus ojos se secan, se te cae el pelo, tu lengua se derrite... Tu acompañante sigue bailando con tu cuerpo hasta que sólo eres huesos.¡ Acérquense sombras! Ya tenemos aperitivo...¿ Os gusta la carne echa o no muy echa?
Los tambores aumentan su ritmo, el fuego crece, los gritos aumentan, la locura no cesa...
¿ Te atreves a unirte a nuestro baile eterno?
Espero tu respuesta...

sábado, 12 de junio de 2010

Hielo

Camino por el fino hielo, con el miedo de caerme en él y perderme en la más fría oscuridad.

El viento choca contra mi cara, me impide avanzar, mis pies se hunden en la fría y húmeda nieve, intento vislumbrar el final del camino, alguna señal que me indique que voy por el buen camino y que estoy llegando al final. Sólo hay un triste árbol , desnudo, que enseguida dejo atrás.
Pero no veo nada más, el viento, uniendo fuerzas con los copos de nieve, se ensarzan en una lucha sin fin, y me envuelven en su disputa. Aunque no se que es lo que pretenden, que me una en su lucha interminable o impedir mi avance.
Con un terrible esfuerzo avanzo, no se si voy hacia el norte o el sud, si el este o el oeste. Lo único cierto es que me voy moviendo, dejando huellas atrás que enseguida desaparecerán.
De repente, mis pies pisan una superfícia dura y a la vez resvaladiza. Me agacho, me arrodillo y quito la fina nieve que cubre el hielo. Inclino mi cabeza hacia el hielo, para poder ver su interior; todo es oscuro, sólo veo mi imagen reflejada.
Sigo mi camino, el viento corta mi cara, la congela, y hace lo mismo con mis manos y orejas.
Vislumbro una cosa al final. ¿Será una persona, tal vez? Intento correr con todas las fuerzas que me quedan, ¿ Por fin dejaré de estar sólo?
Llego allí, ¿ Y que me encuentro? Con el mismo triste árbol desnudo. He estado dando vueltas tontamente, sin nunca avanzar.
Me dejo caer en la nieve, frustrado. Intento gritar, pero mi boca no tiene ya la suficiente saliva, me hundo en la nieve, lentamente. Mi espalda toca una superfície dura. Se rompe en el mismo instante en que lo toco.
Caigo, me estremezco al entrar en contacto con el agua fría. La entrada por donde me he caído se cierra, golpeo con todas mis fuerzas. Pero es inútil, pierdo las fuerzas, dejo ganar el agua, y me hundo hacia sus oscuras profundidades.
Suspendida en la oscuridad de las aguas, espero llegar al final, descendiéndo eternamente...

jueves, 10 de junio de 2010

Máscaras

Huyendo, sintiéndome perseguido por los sin rostro.

Se esconden entre la sociedad, parecen amables, simpáticos, gentiles, pero al mínimo descuido te devoran el alma. Son unos falsos, mentirosos, aquellos que no afrontan la realidad. Llevando una máscara encima, se transforman en aquello que no han sido jamás, y una vez te pones la máscara, ya no hay vuelta altras, tan sólo esperar la gran caída, una vez es descubierta tu trampa.
Llevando la máscara se sienten seguros de sí mismos, fuertes, sin debilidades. Pero lo que no saben es que de esa manera, están matando a su yo verdadero, y cuando se arrepienten de la máscara, su alma ya no tiene vida. Se convierten en cuerpos, tan sólo matéria, cáscaras inservibles,y tan sólo les queda llorar, o seguir viviendo con su máscara manchada de sangre, sin rumbo en la vida, como si fueran muertos vivientes.
Te llama, te seduce con su encantamiento, te dice que te quitará todo el dolor, que con ella no volverás a estar sólo jamás; sólo te pide algo a cambio: tu alma, tu lealtad y tu corazón.
Cojo la máscara, me siento poderoso, fuerte, miro mi reflejo en el cristal, con la máscara en mano y en la otra mi corazón y mi alma.
¿Vale la pena perder la esencia de mi ser con tal de sentirme poderoso?
Levanto la máscara por encima de mi cabeza, cara a cara, me la acerco y... Se oye un estrépito, abro los ojos; estoy en mi cama. Ha sido todo un sueño?
Me incorporo y la veo; en la esquina de mi cama, manchada de sangre, acechando mis sueños, escondida en la oscuridad, espera ser utilizada...

martes, 8 de junio de 2010

Traición

Engaños, mentiras, tretas, jugadas, porque la herida más profunda es de alguien querido?

Me duele, me estremezco de dolor, el dolor no mengua de modo alguno. Grito, tal vez por ayuda, tal vez por frustación, no se cual cosa es cierta o verdadera, sólo se que gritar ayuda a liberarme de este profundo dolor dentro de mí. Escuece, me abrasa por dentro, quiero desgarrarme la piel, con las uñas arrancarme la piel, arrancarme el corazón y aplastarlo. Dejar de sentir dolor, sufrimiento, impotencia, quitarme ese terrible pesar que tengo en mi interior. Pero sé que no se irá jamás, puede menguar o disminuir, pero siempre estará en una esquina de mi mente, recordándome que existe y que a la mínima me volverá a atacar.
No hay palabras de mi agrado para describir esto tan vergonzoso, aunque vosotros lo llamáis traición... Eso se merece una palabra peor, que suene mal incluso al pensar.
Porque el dolor más profundo nos lo causa un ser querido? Porque es aquel al cual le habías confiado tus temores, tus secretos, tu pasado y tus debilidades?
Incomprensible. Pero no puedo hacer nada, me clavan flechas en mi espalda, pero sobre todo en el corazón.
Los culpables son listos, si señor, saben que palabras usar para herirnos hasta lo más profundo de nuestra alma.
Por eso tendríamos que evitar confiar en otros? Encerrarnos en nosotros mismos como si fueramos unos ermitaños? Evitar cualquier contacto con tal de evitar ser heridos? Temblar como unos corderitos con tal sólo pensar en confiar en alguien?
No podemos permitir eso, eso seria darle la partida ganada al maldito, para decirlo cortesmente, no podemos simplemente abandonar la partida y dejar que se salga con la suya.
Arrancar las flechas, vendar nuestras heridas, coser nuestro corazón hecho trizas, secar las lágrimas y avanzar hacia la sociedad, estando en guardia con tal de evitarlo otra vez...
Más reacios a hablar con los demás, más atípicos a hablar sobre nosotros, pero viviendo el dia a dia sin mirar atrás...

domingo, 6 de junio de 2010

Muerte

Amiga íntima, se que me seguirás hasta el final de mis días.

Se acerca silenciosamente, cauta, y cuando menos te lo esperas, te toca con su mano fría, giras instintívamente para ver el agresor y .... mueres del horror que acabas de contemplar.
Tener el oficio de la Muerte no es faena fácil, te lo puedo asegurar, un día me dió por seguir a la Muerte mientras trabajaba... Acabé fatigadísimo.
La Muerte no siempre realiza los negocios en persona, sino que tiene a otros que le hacen su trabajo; es como una empresa.
Lo que no puedo entender de vosotros, humanos, es como podeís decidir acabar con vuestra vida cuando aún tenéis mucho recorrido que caminar. En serio, no hay quien os entienda.
Porque os hacéis eso a vosotros mismos?
No entiendo a la gente que se suicidia, es la muerte más humillante que puede existir. Es decir al mundo que tu no mereces ser perteneciente de él, que te averguenzas de existir.
Estupidosignoranteshumanos! El insulto podría ser más largo, pero no me apetece ocupar toda la página del blog.
Vamos a ver, se que la vida nos hace putadas, que la gente no es santa y que nadie es superman. Pero a ver, para eso están los amigos. No te dejes ganar por la Muerte, amigo, porque es lo que quiere, sé que te tienta puesto que es la manera más sencilla de terminar con el dolor.
Pero tienes que vencer esa tentación!
Si ves que tus amigos no te comprenden, prueba con gente del blog, que tiene mucha paciencia y estima que dar a otros.
Mira, hacemos un trato, para aquellos que les sea tan difícil vivir el día a día, pensar en esto: cada vez que estéis deprimidos, pensar alguna manera de dejarme sin palabras que decir, entrar en mi blog y poned:" chupate esa! Otro día superado sombra inmunda!".... Hay muchas cosas que os podeís poner para animaros el día, ya veís que esta humilde sombra os da muchos consejos...
Aprovecharlos! Que vuestra vida es muy corta y hay que disfrutarla!
Aprovechad los halagos, que no volveré a ser ten benévolo.

viernes, 4 de junio de 2010

Reinado


En mi reino de la oscuridad, quien osa desobedecer las leyes de su rey?

No tengo lo que digamos un palacio de cuentos de hadas. Tampoco desciendo de una familía real ni aristocrática. Yo reino desde las sombras. Como un ladrón buscando sus tesoros en la más temible oscuridad.
Para que dormir por la noche, si es cuando las mentiras, los engaños y las trampas son encubridas por la oscura noche?
Soy un ladrón, que robo? Robo las cosas que las personas no saben apreciar. Unos me temen, otros me odian, o directamente las dos cosas a la vez.
Cuando la brillante luz se esconde por el horizonte, y se alza el astro encubridor de mis pecados, despierto de mi profundo letargo, me alzo de la profunda tierra y me adentro en la temible oscuridad para cazar.
No quiero estima, no quiero compasión, sólo quiero que no os interpongáis en el camino de esta sombra y me dejéis atrapar a mis pobres víctimas sin futuro.
Soy bondadoso? Soy piadoso? No me gusta resaltar mi caracter, pero con sólo mencionar que esos dos calificativos no entran en mi conocimiento ni entendimiento, tendrías que haceros a la idea de como soy.
Algunos hasta dicen que hago justícia, aunque otros contraciden y dicen que lo que precisamente hago no se le puede calificar como justicia.
Yo mismo no entro en detalles; soy tan odiado como temido. Las amistades no me son duraderas, puesto que no pueden llegar a soportar los actos que acometo por mucho tiempo.
La luz asoma su brillante cara por el horizonte, yo me vuelvo a esconder en la tierra, observando desde la oscuridad a mis próximas víctimas...

miércoles, 2 de junio de 2010

Espejo

Alma gemela de la otra dimensión, porque nos separa esta brecha fina pero a la vez impasable?

Al mirar al espejo, te ves a ti mismo reflejado, pero a veces deseas no ser esa sombra reflejada ante tí y que te mira con fiereza y rebeldía. Sería capaz de matarte con tal de estar donde nos encontramos nosotros.
Nos atrae con su halo de misterio, sensualmente, nos absorbe hasta esa fina pared que nos separa. Toco la fría pared, imita mis movimientos, acerco lentamente mi cabeza hasta la pared sin perder el contacto visual. Estamos conectados, cualquiera que nos viera diría que somos iguales, separados por alguna burla del destino.
Pero no es así.
Somos iguales, y a la vez no lo somos. Mi doble del otro lado no es como yo; muestra rabia, tozudez y ansias de salir de la caja de cristal donde le tienen encerrado. O tal vez són mis própias emociones?
Grita, chilla, golpea, araña, pero todo es inútil. Nada de lo que haga servirá para llegar donde me encuentro yo. Y si acaso llegara a romperla, desaparecería con la caja.
Significaría la muerte de una parte de mí?
Sería una pérdida dolorosa?
O también yo perecería?
Sentado contra la pared, contemplo a mi alma gemela, que me mira con lágrimas en los ojos y palabras mudas que no llegaré a escuchar jamás, vemos el tiempo pasar sin poder hacer nada para evitar esta separación del destino desde nuestro origen, tan sólo podemos contemplarnos a través del espejo, y soportar el dolor del injusto destino...